El lenguaje de tus manos.

No he podido ver tus manos para hablar de ellas, para eso se necesita, olor , tacto y una imagen fiel de ellas. Pero he podido ver su movimiento. Aunque son alargadas, no se mueven con seriedad. Aletean mucho, son juguetonas, inquietas y dicen muchas cosas de lo que piensas.

Hay ocasiones, en las que hemos hablado y tu cara permanecía silenciosa, es entonces cuando ellas descolocaban impacientes cosas que tenías cerca de ti. Era eso lo que me daba la pista sobre lo que pensabas. En otras ocasiones, (como eres tan tuya) no te has sentido con una imagen guay, y ellas han estado constantemente diciendome lo incomoda que estabas así: arreglaban el pelo, daban brillo a tus labios, te tapaban la cara al sonreir.

Son manos aniñadas, como su dueña. Muy expresivas, como su dueña. Y muy impacientes, como su dueña. Cuando juegan con objetos de la mesa se concentran con delicadeza en ellos. Si estas enfadada, ellas golpean con más energía el teclado y son veloces.

Sé que deben tener la sensibilidad que les llega de ti, para abrazar, para retener, para disuadir, para alimentar una caricia.