Nunca te ha gustado frenar la complicidad.

No crees que sea justo rebelarse contra las sensaciones, ni contra las fantasías. Siempre has sido completamente visceral. Sientes la complicidad como la clave o la llave de una relación con los demás. Aunque para ti esa relación solo tenga los limites que imponga el nivel de complicidad.
Ante las sensaciones eres receptiva, no intentas esquivarlas, sino que las escuchas. Te gusta caminar con coquetería entre ellas con tu oscura melena, tus ojos verdes y tu piel canela. (Ya recuerdo la canción! de algo me sonaba...)
Te queda genial el rojo. Cuando esto ocurre dicen que es porque la persona es apasionada. En ti, eso se da.
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